DEFINICIÓN DEL PROBLEMA PÚBLICO DESDE LA PEG

Conceptos, diferencias y alcances

La política pública es un instrumento de mejora, que busca dar respuesta a los problemas colectivos. Refiere a un método de análisis para desarrollar decisiones públicas y se desglosa en varias fases:

  • Fase de formación de la agenda. Se reconoce la existencia de un problema público y se decide actuar para afrontarlo. Decidir no actuar ante un problema público también es una política pública.
  • Fase de la formulación y decisión sobre la política. Después de un proceso de análisis técnico y debate político se decide qué es lo que se va a hacer. Las decisiones se concretan en leyes, reglamentos, programas, acciones estratégicas, asignación presupuestaria.
  • Fase de implementación. Las decisiones se llevan a la práctica. La implementación implica la puesta en marcha y operación de un proceso y conjunto de actividades para resolver el problema público.
  • Fase de evaluación. Consiste en analizar las decisiones y acciones efectuadas. Se valoran los resultados, hasta qué punto la política ha solucionado el problema que le dio razón de ser y a qué costo.
  • Problema público con perspectiva de género

    El punto de arranque de una política pública es el problema al cual se quiere dar respuesta. Toda política pública es una hipótesis de mejora en relación a un problema determinado. En el caso de la perspectiva de género se cuestiona la desigualdad, discriminación y violencia basada en la construcción de género

    Las políticas públicas con perspectiva de género buscan resolver problemas colectivos, transformar las brechas de desigualdad, las relaciones de discriminación y violencias contra las mujeres para favorecer el cambio de su condición y posición de género.

    Esto significa tomar decisiones con base en conocimientos, en habilidades técnicas y en la capacidad de argumentar las alternativas, canalizar recursos, generar alianzas y acuerdos, que cuenten con respaldo social para transformar las brechas de género en más y mejores oportunidades para las mujeres que promuevan su empoderamiento y autonomía.

    Problema público como origen de las políticas

    Una política pública puede definirse como una serie estructurada de decisiones o acciones orientadas a dar respuestas y soluciones a situaciones que se consideran un problema público colectivo, que al ser reconocido como prioritario para la ciudadanía y agentes gubernamentales, pasa a formar parte de los programas y asuntos que definen el rumbo de la acción pública. Representa la respuesta del sistema político-administrativo a una situación de la realidad social juzgada políticamente como inaceptable.

    La definición de lo que puede considerarse una problemática depende de distintos factores, como el momento histórico, las coyunturas, y las interpretaciones e intereses de quienes influyen en esa determinación, ya sea a través de movilizaciones, gestiones, alianzas o conflictos, o bien de las capacidades políticas, visión y decisión de las autoridades.

    Los problemas públicos son construcciones sociales que expresan argumentos y narrativas causales. Involucran hechos, valores e intereses de actores diversos. La definición de un problema público presenta una interpretación de las causas que lo ocasionan y la importancia de su solución pública.

    Una problema de la sociedad es susceptible de convertirse en política pública cuando es incluido en la agenda pública –una lista de prioridades de los grupos sociales y/o gubernamentales, que deben ser atendida por el sector público–, en cuya decisión participan las y los integrantes del sistema político y quienes las ejecutan y evalúan.


    Problema público y agenda


    Las agendas públicas están constituidas por los temas que un gobierno decide atender y mantener en su gestión, con base en sus principios políticos e ideológicos. La agenda orienta las estrategias de intervención y la formulación de las políticas públicas, en tanto que la sociedad civil, a través de sus diferentes organizaciones y representaciones económicas, sociales y políticas, puede influir para incluir, eliminar o mantener un tema de la agenda pública política.

    Construcción política de los problemas

    Visibilizar un problema requiere de estrategias discursivas, argumentos.
    Los argumentos se basan en evidencias: hechos, datos, percepciones acerca de la desigualdad entre mujeres y hombres y la violencia contra las mujeres.

    Es importante recordar que los problemas son complejos y están relacionados unos con otros y se tiene que plantear su solución de manera gradual pero con determinación y constancia. Es el caso de la desigualdad, discriminación y violencia por motivos de sexo y género, problemas históricos y multidimensionales que requieren soluciones estratégicas de corto, mediano y largo plazos.

    Ser reconocidas equivale a tener derechos, tomar decisiones, satisfacer necesidades y contar con las condiciones reales, concretas y cotidianas para ser autónomas, con poder personal y colectivo.


    Características de los problemas públicos

    Los problemas públicos generalmente tienen un grado de colectividad y de conflictividad. Es decir afectan a un conjunto de personas que pueden identificarse como un colectivo o contar con una identidad determinada: mujeres, jóvenes, personas mayores, migrantes, indígenas, afrodescendientes, LGBTTI, entre otras.

    La definición de un problema público con perspectiva de género enfoca los problemas de las mujeres y sus diversas identidades para lograr un lugar en la agenda pública y sostenerse en ella.

    Su presencia implica reconocimiento público y esto puede generar tensiones o resistencias ante quienes no consideran importante o válido lo que se plantea porque no corresponde a su sistema de creencias, porque se considera un asunto menor, porque contraviene ciertos privilegios o intereses, o porque su solución implica erogar recursos.

    Es importante posicionar y sostener los problemas públicos de la desigualdad entre mujeres y hombres en la agenda en la lista de prioridades para convertirlo en una política pública permanente y darle atención con recursos económicos, técnicos y políticos, considerando las siguientes características en su planteamiento:

    Problemas públicos: brechas de desigualdad

    Las políticas están hechas de discursos y realidades. La definición del problema público con perspectiva de género evidencia las brechas de desigualdad entre mujeres y hombres, cuestiona la situación negativa que esto significa para las mujeres en prácticamente todos los ámbitos de su vida, así como la vulneración a sus derechos humanos, además conmina al Estado a tomar responsabilidades y actuar para modificar los desequilibrios, las injusticias.

    En la erradicación de la discriminación, la sociedad debe comenzar por reconocer las circunstancias que han limitado el desarrollo de las mujeres con relación al de los hombres, tales como creencias, formas de pensar, usos y costumbres, en las que la discriminación se refleja como un hecho natural, justificable inclusive. Este conjunto de prácticas e ideas es uno de los principales obstáculos del desarrollo humano y la libertad de las mujeres.

    Al cambiar la manera de identificar el problema, cambiaron las propuestas de atención y las alternativas de solución.

    Parte del reconocimiento de la relación subordinada de las mujeres como consecuencia del análisis de género en situaciones determinadas, y en su condición de interseccionalidad.

    Promueve que las necesidades de las mujeres se estudien como parte integrante de un análisis de las relaciones de género en los hogares, en la comunidad y en las instituciones.

    Considera que tanto mujeres como hombres deben participar en la construcción de una visión de desarrollo y una realidad alternativa que superación de los problemas de la desigualdad de género.

    Los problemas son situaciones negativas

    Hoy día suele afirmarse que el mundo de las mujeres, sus responsabilidades y su papel tradicional en la sociedad están cambiando. Y si bien esto puede ser cierto en alguna medida, es necesario ubicar en qué dimensión y en qué áreas se están dando el cambio. El acceso de las mujeres a la educación se ha incrementado notablemente al igual que su participación en la población económicamente activa, incluso cada vez más las mujeres son las principales o únicas proveedoras de ingresos y jefas de hogar. No obstante estas transformaciones, prevalecen las desigualdades que dificultan y restringen su desarrollo en distintas esferas. Socialmente se les exige el cumplimiento de roles tradicionales domésticos y el cuidado de las/los integrantes de la familia, incrementando sus jornadas de trabajo.

    En el terreno económico, las mujeres participan en condiciones de desventaja con respecto a los hombres, debido al limitado y desigual acceso a los recursos productivos y tecnológicos; a la propiedad de activos o a la disponibilidad de fuentes de financiamiento; a la asesoría técnica; a la capacitación; a la información sobre canales de comercialización, procedimientos organizativos o programas gubernamentales; además de su desigual participación en los órganos de decisión comunitaria, social y política.

    Si bien los cambios en favor de las mujeres son sustanciosos, no han beneficiado todavía al conjunto de las mujeres; su situación se ha deteriorado y se ha vuelto más compleja debido a las múltiples jornadas de trabajo, a la feminización de las jefaturas de familia, de la pobreza, de la agricultura y de la migración, por mencionar algunos ejemplos. Aún no puede asegurarse que los logros alcanzados hasta ahora hayan propiciado condiciones más equitativas para las mujeres con relación a los hombres.