Existen diferentes tipos de políticas para la igualdad entre mujeres y hombres, las que son específicas para las mujeres que mejoran su condición y las que son integrales que buscan cambiar el origen de las desigualdades.

Políticas específicas para mujeres, pero no cambian su situación de subordinación. Son acciones afirmativas que mejoran la condición de las mujeres, pero que no garantizan la igualdad en el ejercicio de sus derechos.

Las mujeres son consideradas receptoras pasivas de medidas que benefician a la familia.

Las mujeres son consideradas entre vulnerables por lo que requieren de protección y satisfacer sus necesidades.

Políticas integrales que promueven el empoderamiento y las autonomías (física, económica y política) de las mujeres.

Promueven que se cierre la brecha de género, toman en cuenta los procesos de cambio, las relaciones de género y se revisa la distribución del poder.